Te enseñamos a recorrer el Sudeste Asiático sin dinero | Planeta Aventura

Te enseñamos a recorrer el Sudeste Asiático sin dinero

 

El viajero Fernando Rutia, que cumple el quinto aniversario de La Vuelta al Mundo Sin Prisas, nos va explicar como ha viajado alrededor del mundo durante cinco años siendo voluntario.

 

Rutia nos ofrece un resumen repasando algunos detalles importantes del viaje, desde el día que comenzó un 15 de marzo de 2014 hasta hoy. 

 

 

Cuando decides resetear tu vida

 

El viajero Fernando Rutia nos va explicar como ha viajado alrededor del mundo durante cinco años siendo voluntario. Ya te explicamos en Planeta Aventura los motivos que impulsaron a Fernando a “reiniciar” su vida y dar la vuelta al mundo sin prisas (así es como se llama su blog).

 

La posibilidad de trabajar como voluntario durante el viaje y hacerlo “a cambio de lo básico para ir tirando, y gastar lo mínimo” fue su principal prioridad. 

 

Cómo y dónde encontrar voluntariados y trabajos colaborativos

 

 

Año 2015: Recorriendo el Sudeste Asiático

 

Llegué con la lengua fuera. Sin dinero y con la misión de convencer a las autoridades vietnamitas de que había cometido un error al pedir mi visado en el consulado de Guangzhou y necesitaba entrar en el país con dos días de antelación.

 

Vietnam

 

El policía chino tardó poco en volver y al acercarse a mí para darme las noticias de la negociación, me soltó un “You’re a lucky man!” –eres un tío con suerte- que me confirmaba que sus gestiones habían salido bien y tenía permiso para cruzar.

 

 

Camboya

 

De nuevo mi imagen era la de un dólar con patas. Supongo que están acostumbrados a ver a mochileros que llevan cargadas las alforjas y a los que se les puede sacar unos dineros extras con algún truco sencillo.

 

Tailandia, Myanmar y Laos

 

Por Tailandia pasé en tres ocasiones diferentes. La primera tras Camboya cruzando la frontera para llegar hasta Bangkok. Una frontera que diferencia a los países también por la limpieza que se nota en sus carreteras y ciudades.

 

 

Laos

 

Y tras dos semanas en Phayao, crucé la frontera a Laos. Llegué a la primera población y desde allí en un autobús -que casi cogí en marcha- llegué hasta Luang Prabang, viajando de noche por una carretera para hacer motocross, más que para circular. En Luang Prabang pasé únicamente una noche, y gracias, porqué encontré un hostel barato que me lo permitió.

 

Malasia

 

Malasia fue uno de los países en el que más tiempo he pasado durante el viaje. Aunque en varias etapas. La primera, cuando crucé desde Tailandia y apuré hasta el final los tres meses gratuitos de visado que tenemos los españoles.

 

 

Singapur y segunda etapa malaya

 

Singapur estaba en mis planes, pero solo para subirme a un barco que me llevase a Indonesia. No tenía mucha opción en un país rico con mi apurado presupuesto. Sin embargo, Jeffrey, que me recogió a mi llegada a su país, me insistió en quedarme un par de días y posteriormente volver a Malasia a ayudarle en una granja de bambú en Kulai y un orfanato en Johor Bahru. Ambos de su propiedad. A Jeffrey y Chang, su socio, los conocí en Lanchang el último día que estuve allí, cocinando para ellos.

 

Indonesia

 

En Indonesia conocí a gente increíblemente amable y hospitalaria y en la otra cara de la moneda, perdí por primera vez mi móvil y pagué una multa -unos 60$ al cambio- por pasarme en dos días de la fecha del visado. Estos imprevistos me dejaron el presupuesto temblando de nuevo, e impidieron que pudiese seguir mis planes, de volver otra vez.

 

 

Borneo: Malasia y Brunei.

 

La llegada a Malasia fue rápida desde Nunukan. Pero ahora estaba al sur de Borneo y debía de llegar al norte. Una noche de autobús y llegué a Kota Kinabalu de madrugada. Tras pasar una noche en un hostel, un couchsurfer me acogió durante un par de días, antes de que mi vuelo a Filipinas saliese. Y otro problema se me presentó: debía de tener salida de Filipinas, si quería entrar.

 

 

Filipinas

 

Fue el último país que visité en el Sudeste Asiático y el primero al que llegué en vuelo internacional. Hasta entonces todas las fronteras las había cruzado por tierra o mar. Y realmente mi intención era viajar en barco entre Sandakan (Malasia) y Zamboanga (Filipinas), pero tanto de un lado como de otro, me quitaron la idea de la cabeza. Resulta que allí Al-Qaeda está muy activa, a través de Abu Sayyaf -grupo terrorista local-, y los extranjeros somos posibles botines de secuestros o incluso algo peor.

 

 

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